lunes, 28 de marzo de 2011

CURSO DE SEXUALIDAD AVANZADA




CURSO DE SEXUALIDAD AVANZADA


La llegada de la primavera es una buena estación para la fornicación. Me estoy refiriendo no solo a la cópula en sus diversas y extenuantes variantes. En realidad  el sexo adopta otras extrañas y sofisticadas formas de las cuales podríamos extraer algunas prácticas enseñanzas.

No quiero decir con esto que nos pongamos a polinizar o que lancemos toneladas de esperma a los mares… Pero si lo analizamos con detalle, la actividad sexual es ciertamente el pasatiempo preferido de todo cuanto tiene vida.


Afición al riesgo es lo que posee el inconsciente macho de la Mantis religiosa.  La posibilidad cierta de ser devorado no detiene su deseo sexual en absoluto... La vida en este caso no es el bien mayor sino la necesidad de transmitir una genética autodestructiva. Lo cierto es que, dado que los machos grandes serán preferentemente devorados pues aportan mucho alimento a las hembras, muchas especies han evolucionado hacia machos enanos. Este enanismo masculino puede ser una táctica para pasar desapercibidos y evitar ser comidos por sus congéneres femeninos canívales, o tal vez, sea lo que los humanos llamamos un festival de tapas...

Dando un paso más, en la Latrodectus hasselti, una pariente australiana de la viuda negra, el macho coloca activamente su cuerpo contra la boca de la hembra, estimulando la mordedura mortal durante la cópula. Es el primer caso conocido de suicidio regular de los machos.

No es fácil sacar conclusiones de la vida sexual de las arañas o de las mantis religiosas. Pero parece ser que en este cruel Universo gobernado por el gen egoísta no está de más pasar desapercibido…

Si aplicamos nuestra lupa a algunas de las prácticas sexuales de nuestros congéneres arbóreos, (en estas tareas nos llevan cierta ventaja tal vez por la inexistencia de escrúpulos o simplemente por mera inconsciencia), observaremos que al parecer utilizan de forma habitual objetos inanimados como fetiches para masturbarse.  Algo más inquietante resulta el que se haya comprobado que algunos orangutanes de Borneo se han aproximado a  mujeres con intenciones sexuales (a juzgar por las erecciones que exhibían).

Algo similar se ha documentado con delfines pero el grado de terror y la complejidad técnica del apareamiento con humanos varía de una especie a otra. En realidad para los delfines no debe ser un suceso tan extraordinario dado que su vida social se basa en la exploración de todas las facetas del sexo. Así los delfines se pasan el día formando parejas bisexuales, tríos, cuartetos. Entre estos veloces acróbatas del mar el modelo de pareja "macho-hembra" es simplemente uno más...

Observación para navegantes:

Si la naturaleza está tan salida lo lógico es que pretenda cepillársenos a toda costa, por lo que  mi consejo para biólogos/as despreocupados/as es que pongan más atención cuando entren en el animalario…