lunes, 26 de noviembre de 2012

META-MORFOSIS



METAMORFOSIS

        Con la vista puesta en el fugaz apareamiento de las mariposas, en transmisión directa con las copas de los árboles, a flor de piel..., enfrento de una vez por todas mi metamorfosis.

    Sin apenas margen de maniobra, con los secretos ecos de la existencia desvelados, me rondan los símbolos, las señales, como un enjambre de abejas lisérgicas.

   Destilar la felicidad ha sido desde siempre una cosa peligrosamente seria.  Ello no quita que en la mayor parte de los casos, para no perder la perspectiva, se torne necesario la asunción de un perpendicular punto de vista. Distanciarse, perderse, reencontrarse, son tal vez los hitos rutilantes de este nuevo e inquietante camino.

   Perdidamente enamorado por tus enérgicos abrazos... Hoy trasportas a mi ser y lo lanzas en compañía de las presencias vegetales. Tú has logrado saciar el hambre y la rabia que habitaba en lo profundo de mi ser. Tú eres alegría sanadora que acabará derribando los últimos retazos minerales de mi cordura...

   Voy caminando de puntillas por la cubierta de mando de esta nave intergaláctica... Propulsado por la natural condescendencia de la materia obscura. Voy consumiendo entre tanto diminutas volutas de espacio-tiempo...

jueves, 25 de octubre de 2012

GOTA FRIA




GOTA FRÍA

     Con el tiempo comienzo a adquirir esa amerengada inconsciencia de la que gozan los estrato-cúmulos. Y es esta ascensión vertiginosa la primera señal del diluvio que aspira a transformar de raíz  nuestra existencia en la Tierra.

    Como sociedad de estructura insectil, como meros esclavos de nuestro ancestral condicionamiento genético, estamos mayoritariamente ciegos a los sagrados vínculos que nos unen con la Naturaleza. Nacimos para ser sepultados en ciudades de asfalto, gasoil y cemento. Somos y vivimos entre desechos. Esta es la suerte que tenemos que asumir por intentar emular a los hastiados Dioses.

   Lujuria al depredar salvajemente. Avaricia al saquear cada tesoro. Ignorancia al poner precio a cada animal, a cada montaña, a cada planta...

    Y así, mientras damos la espalda a todo lo auténticamente valioso, nos dedicamos a estrechar con fuerza nuestras etéreas redes sociales, nuestros enriquecedores trabajos, nuestras maravillosas y entrañables familias de sangre...

    Somos todo lo que no deberíamos haber llegado a ser. Un experimento maligno, el reverso de todo cuanto estaba destinado a ser perfecto.

    A diario aterrado y absorto por la espasmódica quintaesencia poética, gota a gota, canción a canción, desato definitivamente  los lazos que dan paso a un viaje intergaláctico, a una inmersión lunar, a un lance psicodélico.

    Ya no hay lugar a dudas. Por fin comienzo a manifestar los síntomas... Como las células que engendran los tornados... Tengo la urgente necesidad de empezar a elevarme...

sábado, 6 de octubre de 2012

PRIMER PASO



PRIMER PASO

        Carecemos de una elemental disciplina. Si pretendemos dar un vuelco, si deseamos provocar heridas severas, si ansiamos dar al traste con todo; escucharme...

     Sueño con poder evisceraros. Aullidos derramados al amor de la noche. Recito el mantra mientras millones de individuos se entregan y se funden en un atávico ritual.

     Todo ese dulce delirio, toda esa santurrona demencia, es motivo de gran satisfacción para mí. Como el que siembra y esparce una estirpe de plantas venenosas, así me ha alcanzado una nueva felicidad.

     No se trata de arruinarnos la vida deseando todo aquello de lo que carecemos. En realidad os hablo de comenzar a envidiarnos únicamente  a nosotros mismos.

     Como sagrados templos incrustados y dispersos por la Naturaleza.  La falta de un diseño, de un entramado lógico, es sabiamente el más fiel aliado posible...

     A la espera de noticias mejores, bajo la luz esquiva de las velas,  me siento a meditar escuchando al centenario bosque que me acoge. Planeo malgastar largas horas en destilar los infinitos trinos de los pájaros y en retratar la niebla que a veces cubre, semejante a un bálsamo, el lado más perfecto de las cosas.

     Solo somos responsables del primer paso. Lo demás nos llega por añadidura...

viernes, 7 de septiembre de 2012

LA HORA DULCE



LA HORA DULCE

      Por mucho que pretenda tener cuidado con lograr un suelo despejado de pinocha y de barrer a conciencia el cúmulo de residuos que me lanzan despreocupadamente las ardillas, en realidad, no consigo vislumbrar un final adecuado a la obvia complejidad de mis tareas domésticas.

     Hace ya muchos meses que no llueve y mis diversos roles como jardinero erótico, como piscinero huraño, como amaestrador de loros, como guardián silencioso y solemne se acumulan.

     Burlándose de mí, una colección de urracas gordas igual que pequeños buitres se adueñan bélicamente de mis bebederos arbóreos. Al verlas batallar entre los cuencos metálicos una sensación, venenosa y extraña, me incita a dejar volar mis pensamientos en una determinada dirección. Y es como si misteriosamente todo estuviera ya escrito de antemano...

     Agosto no ha conseguido  aún doblarme el espinazo. Llevo meses trabajando desnudo, con mis callosos pies salpicados de resina, con mi escoba de poderes mágicos,  luchando por fabricar de forma artesanal un tiempo armónico.

     Como si la llegada de la tarde  nos hiciera dar un suspiro. Como si la belleza que nos rodea se nos saliera por los ojos y desbordara. Como si en las profundidades cósmicas de nuestro ADN hubiera un hilo conductor que atrajera hacia sí las más poderosas borrascas.


     La hora dulce, la hora espiritual se aproxima, y a mí, en mi pueril y bien consolidada inconsciencia, me excita predecir con cierta exactitud su segura e inminente llegada...

lunes, 23 de julio de 2012

DIMENSIÓN VENTANA



DIMENSIÓN VENTANA

         No somos lo que queremos ser por simple pereza y abandono. Los nodos de no-pensamiento que cada día se nos suministran y se nos ofrecen como compañía constante, como vínculo fraterno, nos convierte en realidad en seres sin fuerza y sin espíritu. No hay poesía en nuestras vidas por la sencilla y férrea dictadura de lo cotidiano. Los lazos del mundo tradicional resultan asfixiantes para quien anhela encontrar la verdadera paz.

         Internet es por contra fluido y vaporoso como las nubes que arden en el atardecer. Es absolutamente necesario dejarnos empapar por su potencia transformadora. No estamos hablando de repetir las mismas pautas. Se trata ahora de concebir algo desde cero, de elaborar doctrina propia, de arriesgarse, de jugárselo de una vez el todo por el todo. No es inteligente dejarnos arrastrar en círculos concéntricos que acabarán atrapándonos a todos por igual.

         Es preferible crear, en este irreal periodo, el germen de lo que podría ser una lúbrica y vegetal familia hermética. Como cuando la tarde se enciende suavemente dejando entrever la verdadera presencia de los árboles. Como una delirante y melancólica fuga hacia un vasto territorio cuajado de milagros.


        Para gozar, para vibrar, para dejarse atravesar como diamantes, por esta luz definitiva y sagrada. Ha llegado al fin el tiempo de encontrarnos con los verdaderamente nuestros a través de esta nueva  e inmensa dimensión-ventana.



martes, 17 de abril de 2012

EXPOLIO



EXPOLIO

        Normalmente ante un robo o una agresión nuestro instinto nos impele a proteger lo que consideramos nuestro. La historia del capitalismo resulta, en este sentido, una obra maestra de como se puede perpetrar el atraco perfecto.

     Según esta doctrina, actualmente hegemónica, el logro de la felicidad colectiva ha de ser paradójicamente alcanzado por medio de la suma de infinidad de desgracias y sufrimientos individuales. Esta es la esencia amoral del capitalismo. Esta es la filosofía que nos ha sido inculcada como un dogma de fe.

      En este sentido, el egoísmo, la codicia y la absoluta falta de empatía con el sufrimiento ajeno son las piedras angulares de las sociedades modernas.

     De tal modo hemos sido programados para asumir este rol utilitario que en el proceso hemos sido desnudados de nuestra identidad como hombres pasando a ser una hueca mercancía. Como simples elementos de una ecuación económica estamos únicamente destinados al ciclo de producir, procrear y consumir.

     Por consiguiente los elementos lúdicos como el sexo y el uso de sustancias recreativas han de ser severamente controlados, perseguidos y punidos. Aunque para ello sea preciso extender una epidemia vírica o almacenar a millones de personas en las cárceles.

     Y es que tras el surgimiento, a finales del siglo XIX, de los movimientos revolucionarios marxistas en el seno de la clase obrera y, los subsiguientes contramovimientos fascistas, que introdujeron al mundo en la vorágine devastadora de la guerra, las manos fuertes se vieron obligadas, como cortafuegos que impidiera la extensión del comunismo soviético, a reformular el capitalismo para atemperarlo y hacerlo más firme y duradero.

    Asistimos así a la creación del sistema de producción y consumo de masas que, como un tumor maligno, ha devorado en apenas cien años la mayoría de recursos, especies animales y vegetales del planeta, condenando a la infelicidad y la miseria a la práctica totalidad de sus habitantes humanos.

   Llegados a este punto parece imprescindible replantearnos el verdadero significado del concepto de progreso.

   El problema reside  en el invisible hecho de la increíble acumulación de poder y capital que se ha producido bajo el sistema económico reinante. En este sentido, cualquier intento de derrocar a la oligarquía  hegemónica que nos gobierna será en vano. Es más,  la mera amenaza de revuelta social desembocará en el nacimiento de la más férrea y duradera dictadura, sustentada en la ciencia, que jamás haya conocido el ser humano.

     Sólo nos queda un recurso alternativo y es el de dinamitar las reglas morales convencionales que nos convierten en un rebaño uniforme fácil de manipular y gobernar.

     Dado que a estas alturas es ya imposible luchar frontalmente contra la clase dominante sólo nos queda el recurso de practicar una resistencia pasiva situándonos al margen del sistema mediante la adopción de patrones de vida comunales.

     Modelos éstos de convivencia donde la falta de comodidades y lujos sea sustituida por la efervescencia de la solidaridad.

     Espacios regidos únicamente por la inmensa y desconocida fuerza del amor colectivo. Donde la toma de decisiones y la educación de los hijos se lleven a cabo de forma mancomunada. Donde las propiedades y salarios de cada uno de los miembros sean puestas a disposición del bien común.

     Lugares donde reine la práctica de una sexualidad desbordada que acabe saltándose cualquier tabú.

     Islas-santuario donde escapar al control de lo material y los poderes fácticos.

  Pequeños seminarios espirituales para la búsqueda y experimentación de la felicidad mediante el uso lúdico de las psico-llaves.

     Oasis-talismán opacos y secretos donde el acercamiento a lo natural y la adopción de un ritmo de vida sosegado, humano y sostenible sea la regla de oro de la existencia.

     Este sistema de vida exótico y grupal es, ciertamente, nuestra única oportunidad de salvarnos y a la vez salvar lo poco que aún nos queda de este maravilloso planeta.


COMUNIÓN





COMUNIÓN

     Yo deseo veros comulgar muy pronto de mi ardiente deseo... Sé que tengo en las manos un arma poderosa, un sutil instrumento, un atajo eficaz para eludir la infame esclavitud de lo ordinario.

    En las horas obscuras que vendrán, en el terrible siglo de los nefastos cambios, dejarme derramar sobre vosotros el ungüento sagrado, el filtro milagroso, la especiada y fecunda llave mágica...

     Tú que trazas un brillante futuro, tú que vas a eclosionar los sueños, tú que habitas amoroso en cada ciclo creativo trasládanos tu paz...

   Somos el diapasón del Cosmos, el ritmo sagrado de los tantras, somos monos desnudos que eyaculan en las formas terrestres de la nada...

miércoles, 14 de marzo de 2012

CONJUNCIÓN FAVORABLE

   

CONJUNCIÓN FAVORABLE

     Los seres vivos, entre ellos los humanos, no disponemos de otras seguridades que aquellas que nos brinda la repetición constante de determinados actos. Fuera de ese ejercicio mecánico auto-afirmativo sólo hay margen para el vértigo y la náusea.

         Al conjunto de esos comportamientos auto-inducidos los llamamos carácter. Al cúmulo o red de rutinas interconectadas lo llamamos sociedad. A la recopilación de estereotipos trascendentales para la permanencia de una determinada organización social las denominamos leyes. Pero, en puridad, la verdadera fuerza homogeneizadora del aparato legal proviene de la aplastante tiranía que las costumbres asimiladadas desde la más tierna infancia ejercen sobre nosotros.

         La sensación de desamparo, de rechazo, de miedo y de ansiedad que una conducta trasgresora genera en el infractor determinará, en la casi totalidad de los casos, una vuelta apresurada al redil de la normalidad.

         Mas yo no he nacido para ser domesticado. Como un error genético resulto la mera ecuación fallida de mis padres. Una excrecencia errática que exhala momentos libertinos y, a mi pesar, lunáticos.

         Una vez que me he negado a perpetuar el tránsito del mal, tan sólo me intereso en dar de beber a las ardillas, o en descifrar la vida sexual de mi mascota, o, más frecuentemente, en anotar la caprichosa dirección del viento... Y es que han sucedido determinados hechos, ciertos acontecimientos de naturaleza simbiótica que modifican absoluta y radicalmente la perspectiva...

      Aquí estamos desnudos, panza arriba, lamiendo embelesados las delicadas curvas de este oasis fugaz en buena hora descubierto.

           El dolor de la inconsciencia se esfuma y por ende, el precario equilibrio, la conjunción favorable, se muestra por fin con total evidencia.

         Desde este puesto de combate que me ha sido asignado, desde esta atalaya mágica y psicodélica, desde este singular faro, me empeño en formular palabras-archipiélago que resistan al tiempo.

         La nueva estación se impone... Es la hora de abrazarnos bajo el dosel vegetal que elabora mi alquimia. De sentir, de respirar. Aquí.., ahora... tras el susurro almibarado del bambú. Destilando lágrimas de oro en esta sublime hora de la tarde...