ÉXTASIS
En el silencio distante de la noche deseo desnudarme y convertir tus besos fosforescentes y escuálidos en el vibrar de un arrebato artístico.
En estas pálidas horas, cuando al fin proyectas sobre mí tu submarino foco, es preciso declarar, sin más demora, el estado irracional de alerta máxima.
Sobre el plexo solar, removiéndose en oleadas suaves, florecen ya las sutiles energías de los chakras.
Como un resurgir de lava tu presencia volcánica se impone. Y esa infantil armonía de tu ovalado rostro gravita en torno a mí con la belleza evanescente de un fantasma.
Quiero ser la malicia que labre con un surco tu cuerpo diminuto. Apenas un rescoldo de material sonoro donde, con más pena que gloria, al fin logre anudar los lazos cristalinos de mi alma renacida...
