domingo, 3 de julio de 2011

RECUERDOS INFANTILES


RECUERDOS INFANTILES


   Ayer sin ir más lejos, mientras andaba desnudo, perturbado y descalzo, otra mente acolchada de aceite me previno de mi ausencia de huellas en la playa.

Esa calidad etérea de mi paso, se convierte así, en la primera prueba palpable de mi paulatina disolución mágica.

Ser etéreo es algo que intuía que podría ocurrirme. Aunque en verdad, más allá de esta efímera alegría, no he logrado en modo alguno remontarme hacia la inerme atmósfera marítima...

Yo busco al atardecer sublimes extensiones donde practicar el vuelo. Y en realidad, en determinados momentos, me siento como si fuera un loro melódicamente trastornado.

De hoy en adelante sólo espero llegar a revivir nítidamente aquellos momentos lúcidos, atolondrados e infantiles.