martes, 13 de septiembre de 2011

REVELACIONES



 REVELACIONES

     La agónica crisis económica que nos ha tocado vivir debería ser para las mentes inquietas una oportunidad y una bendición.

     Son momentos estos en que, con las prisas y el caos que ha generado el repentino cambio de Amos, las sutiles piezas que conforman la maquinaria social de sumisión y dominación en la que estamos inmersos han quedado veladamente expuestas y en relativa evidencia.

     Todo un sofisticado montaje de explotación y control aparece ante nuestros ojos alucinados. Y de tales visiones de depravación, egoísmo, hipocresía y miseria moral deberíamos nutrirnos nosotros, las almas subterráneas, para dar a luz y germinar un refulgente cambio.

     ¿Es que acaso no veis como hemos sido convertidos en meros esclavos aislados ciegamente los unos de los otros? Parias obligados a consumir egoístamente los mismos bienes que podríamos compartir de forma mancomunada. Células autistas productoras de infelicidad, ansiedad y depresión. Integrantes anónimos de un organismo social propio de insectos. ¿No comprendéis aún la finalidad última de todo este diseño ganadero?

     Se trata de facilitar el férreo gobierno y la manipulación de la mano de obra. Se trata de ponernos tantas barreras y cercas que nos mutilen la autoestima y nos inoculen rutinas autodestructoras. Se trata, en definitiva, de ser inducidos a un estado de insatisfacción y ansia permanente que nos asfixie y aprisione en el círculo vicioso de las compras, la dependencia económica, el vacío interior y la esclavitud.

     Pese a todo, la mayoría de vosotros, tal vez por el miedo inculcado durante generaciones, (miedo a evolucionar, miedo al salto al vacío), se decidirá en pos de una falsa sensación de seguridad y seguirá entregando su libertad a los recién estrenados señores. El mismo mecanismo conductual estudiado en los perros de Paulov.

     Algunos, unos pocos sin embargo, han despertado...Y por supuesto después de ello ya nada puede volver a ser lo mismo...

     Hay que mirar hacia adentro. Hay que reconocer al maravilloso ser de luz que habita en cada uno de nosotros y hay que aprender a quererlo, a mimarlo, a educarlo haciendo tabula rasa de todos los condicionamientos previos.

     La sagrada senda del Amor es, sin lugar a dudas, el último y único camino. Comenzar a recorrerlo juntos es la próxima necesidad, el siguiente reto de una humanidad que necesita urgentemente reinventarse.

     Romper el aislamiento estéril y antiecológico. Formar pequeños grupos que en armonía comiencen a compartir la hermosa y revolucionaria semilla del afecto colectivo.

     No se trata únicamente de socializar los bienes. Este sistema ya se intentó y fracasó estrepitosamente porque al centrarse en el materialismo histórico olvidó la dimensión energética y astral del ser humano. A costa de homogeneizar un status de vida material cercenó lóbregamente las ansias de alegría, felicidad y belleza que deberían habitar en el seno de cualquier colectividad de almas civilizada... Una sustancia lánguida y grisácea acabó extendiéndose por tan extraviado experimento social...

     La auténtica solidaridad no se basa únicamente en derribar los criminales instrumentos jurídicos de la propiedad y la herencia. En realidad, la genuina solidaridad es de naturaleza estrictamente espiritual.

     La comunión pluri-sexual de cariño y afecto, la derrota de los modelos unicelulares de familia, la educación liberada al fin de los seculares complejos monogámicos, el nacimiento de múltiples y heterodoxos modelos de convivencia, están en el meollo del siguiente escalón en nuestra evolución civilizadora.

  Nunca jamás volver a ser esclavos. Nunca renunciar a la bienaventurada utopía porque una vida sin sueños ni visiones no merece la pena realmente ser vivida...

     


miércoles, 7 de septiembre de 2011

EMOCIONES ARTIFICIALES


EMOCIONES ARTIFICIALES

  Estamos en medio del desastre. La última frontera del pudor que había contenido hasta la fecha el hambre voraz, la sed insaciable, la terrible avaricia de la reinante plutocracia se ha derrumbado. Son estos tiempos para cambiar de canal y desentenderse de una vez por todas del mundanal ruido.

No voy a predicar en el desierto porque estoy seguro que ha llegado el momento… Esa propicia fecha en que nada puede estorbar ni salir mal. Estamos bendecidos por nuestra sublime insignia estrellada.

Creedme, antes de soportar lo que furtivamente se avecina, yo estoy a punto de iniciar un gigantesco viaje galáctico. Voy a crearme mi pequeño mundo. Mi cálida y apacible isla dorada.

Allí donde mora la armonía y la risa. En ese bienaventurado paraíso donde aun chisporrotean los alocados ritmos de la infancia. Solos tú y yo, bajo los últimos besos de la tarde, podremos al fin dejarnos llevar, profundamente enajenados...