jueves, 31 de enero de 2013

PRESAGIOS






  PRESAGIOS

     Hoy, en la hora del almuerzo mesiánico, junto al altar donde los pájaros poetas hacen parada obligatoria para recibir su dosis ritual de alpiste, embutido en mi ceremonial indumentaria blanca, reflexiono sobre el fugaz equilibrio de los átomos.


 Hablo de ese lunático bamboleo, de esa lujuriosa danza, de esos magnéticos acordes que nos arrastran hasta la más insólita de las dimensiones.

   Partiendo del infinito silencio en el que desde hace ya más de un año me hayo inmerso. Son las zumbantes moscas y las escuálidas mariposas las que marcan el ritmo de mi trabajo metódico y callado.


  Catalogo la inmensa variedad de los extraños días en que termino anestesiado por los hipnóticos trinos de las aves. Esos seres gráciles y huraños para los que yo, tras mis funerarios actos, me he convertido en su principal benefactor.

   También y en primer lugar llegaron las ardillas. Desembarcaron en mi mente con sus orejas puntiagudas y su dominio sutil de todo lo elevado y arbóreo. Después llegó la canina e infantil presencia corretona, con su mirada atenta y desgarbada.

   Es una auténtica lección de vida la que durante todo este tiempo se me ha venido administrando de una forma inconsciente. Arcanos mayores, señales de sombras primigenias, mensajes para los que he conseguido desarrollar una cierta sensibilidad artística.

   Así llegó el cubo, la inesperada formación pétrea, que lanzó mi mente a las alturas de la fecundación simbólica. Ahora soy un ente que desborda, que vierte alucinado exclamaciones y cree firmemente en los presagios...


miércoles, 23 de enero de 2013

BELLEZA



BELLEZA

     Con un hermoso animal, en mi regazo recostado, experimento la ronroneante felicidad del estelar buscador de incógnitas...

   Respetar los signos. Obedecer ciertas órdenes. Hacer control de daños. Seguir instrucciones precisas. Me enfrento, de vez en cuando, a una alucinada y fantasmal presencia...

   Como un riachuelo de orín recién expelido. Como una agreste y bizarre marca de sangre. Somos el equivalente a una generación perdida. El excremento cultural de un inconmensurable intervalo de tiempo...

  Marcamos el paso en caída libre, hasta los tuétanos, completamente indiferentes... Desprendiendo así, en los intervalos, cada una de las diferentes capas de las que al parecer se compone nuestra alma.


 Ahora ya por fin, convenientemente arrodillados, esperando sumisamente el inminente final... Con la mente conectada y bien dispuesta. No puede haber una luz más adecuada... Tanta belleza me desborda...


viernes, 11 de enero de 2013

MANTRA


MANTRA




    A veces, bajo la pulsante soberbia del aceite, experimento el sublime deseo de suicidarme.

   Extraña felicidad que desborda las horas mediocres y obscuras para transportarme al mundo de las primarias energías... 
   Al preciso instante del primer pensamiento. A la formación de las capas contrapuestas del deseo puro.
   La Música, las más sublime de las entropías, imanta mis ideas y mis constantes vitales directamente hacia la locura, dejando entrever, en los escasos instantes cuerdos, el hermoso inicio de las dimensiones, La fecundación. El extraño Parto. La rígida fuerza motriz del Universo...