sábado, 26 de marzo de 2011

AGUJEROS NEGROS





AGUJEROS NEGROS


Conozco muchas cosas peores que estar muerto. Cosas infames y aberrantes que con su velada amenaza deberían azuzarnos para llevar una vida más novelesca.

Tal vez el trabajo y la monotonía vayan tejiendo una red en la acabamos todos clavados como moscas...

Pero no os sintáis del todo culpables por vuestra humilde y predecible rutina. Esa red venenosa de prejuicios, costumbres y rancios valores nos ha sido inoculada a conciencia desde la infancia. La idea es que, a su debido tiempo, toda nuestra existencia esté lo suficientemente reblandecida para que los dueños del rebaño puedan succionarla a placer.

Podéis llamarlo sistema capitalista o podéis imaginarlo como en MATRIX. No importan los nombres. El resultado siempre es idéntico. Hemos venido a este mundo para ser cosechados.

Con nuestras ilusiones rotas algunos comprarán aviones con los que darán la vuelta al mundo varios cientos de veces. Con vuestras hipotecas y deudas esos esquivos monstruos no harán más que engordar y devorar todos los recursos del planeta. Es un proceso inevitable. Un devenir casi automático de acontecimientos.

Buscar en el GOOGLE. Sabréis los nombres de esa casta para la que nosotros y vuestros hijos somos tan absolutamente necesarios...

No penséis que existen soluciones elaboradas con bellos catecismos que nos liberarán de este sistema recolector. Porque como especie imitamos un modelo natural de rebaños y depredadores. De materia y antimateria. De creación generadora y caos destructor. Es casi un Orden Cósmico lo que nos obliga...

Posiblemente, lo único que esté en nuestra mano para alterar este infernal ciclo sea el rechazar los esquemas biológicos programados aprendiendo a modificar y hackear nuestros instintos más básicos.

Hablo de la asunción del amor libre y de la vida comunitaria para desbloquear el mundo cerrado de la pareja. De la negación de la familia como motor de la sociedad y transmisora del inmovilismo moral. De la abolición de la herencia. De la introducción de valores lúdicos, culturales y filosóficos propios de señores y no de esclavos. De la recuperación de la soberanía, mediante la instauración de una democracia participativa, haciendo un uso político de internet que nos devuelva el poder robado por tantas generaciones de oligarcas.

Hablo, en definitiva, de crearnos un mundo sencillo, amoroso y lúdico, fabricado a nuestra medida, que otorgue algún sentido al hecho inexplicable de estar vivo en este desgarrador Universo cuajado de violencia, destrucción y agujeros negros...