SIGNOS Y CÁBALAS
Una torpe materia cenagosa me obliga
a recorrer las calles cabizbajo,
haciéndome exhibir muy a menudo,
un porte umbrío y emboscado.
Son los días sin ti.., no albergo dudas.
Porque tengo tu ausencia atravesada.
Porque cada noche he de extirpar las huellas,
tumorales y escuálidas,
de tu falta.
De esa anodina e inmaterial sustancia tengo pruebas.
Tras sus durmientes formas,
con sepulcral sigilo,
el delito flagrante nos aguarda.
Mientras, en las arcanas criptas del futuro,
allá donde el destierro alcanza otro sentido,
me hayo en mi vejez colmado
de misteriosos signos
y fulgurantes cábalas...
y fulgurantes cábalas...
