lunes, 20 de mayo de 2013

ÓRDENES



ÓRDENES

    He aprendido a reconocer la inmediata llegada de la locura. Ese tránsito ambiguo que recorro cada día de puntillas en completo silencio como una ameba. 

  Provisto únicamente de un par de zapatillas rosas, me encuentro escondido, bueno, en realidad atrapado, en el corazón de un bosque hipnótico.

 Percibo así la presencia de un Núcleo Vegetal Sagrado. Un espacio onírico de adoctrinamiento en el uso de ciertos comandos telepáticos... 

  Ahora que dispongo de mayor levedad. Cuando el peso crítico de la aeronave se encuentra dentro de unos límites razonables. Resulta imposible no empezar a elevarse...

 Hologramas, rastros de espectros, energías difusas, instantes genuinamente  transparentes bajo la luz oblicua del atardecer...

 Te siento revolotear febrilmente a mi lado, esperando con dócil precisión, el fulminante premio de mis afiladas órdenes...