martes, 5 de marzo de 2013

ESPÍRITU



ESPÍRITU

     Existe un indescriptible universo de matices en el verde. Una absoluta singularidad en cada gota de agua. Un diminuto cosmos en cada melancólica espora. 

  Partiendo así desde la más absoluta incomprensión de lo visible, sin recurrir a innecesarios artificios sensoriales, felizmente confinado en el diamantino y centro exacto de mi Galaxia, he comenzado en este mismo instante a levitar... 

  Convirtiéndome así en el  primer generador de una Corriente Helicoidal Sublime. Emisor de un repentino éxtasis sináptico. Impulsor de un flujo de conceptos armónicos que encajan, unos dentro de otros, en diferentes escalas, como si fueran angélicas antífonas de Monteverdi.

  En cualquier caso, os puedo asegurar que no somos un bosque biológico de dendritas y axones. Ni tampoco el conjunto circunvalatorio de nuestros hemisferios.

   Tras pasar largos ratos en vilo, comienzo a deslizarme ahora por el camino inverso de la doble hélice, en subconscientes e infinitas espirales cuánticas, hacia la Voluntad Suprema.

  Y es que a veces resulta necesario formular un Punto de Ruptura, un inmediato Salmo, un inspirado Bebedizo,  para no tener que malograr del todo la exuberante evaporación del Espíritu...