miércoles, 6 de febrero de 2013

REUNIÓN





  REUNIÓN

     Estoy subido en la terraza bajo las frondosas cúpulas arbóreas escuchando a Palestrina cuando comienzo a dejarme llevar... Y es que con cada atardecer las venas se me abren salpicando mi ánimo de una fugaz emoción perturbadora.

   Transparenta mi castigado espíritu un sin fin de variables mesiánicas con la loable intención de detener el tiempo, de componer un pormenorizado informe de todo cuanto aquí se forja...

   Pero es inútil. Las notas de la felicidad son infinitas para mi limitado espectro sensorio. Como un escarabajo pelotero que sondea los intrincados misterios de la cosmología. No soy más que un atolondrado vendedor de lavadoras viejas. Un desagüe es mi verbo estéril e irrisorio.

   Y así, mientras mis fluidos internos se evaporan melancólicamente al calor de la tarde, comienzo a barruntar la esquiva y multiforme Idea que dio a luz a este castigado cuerpo mío. Las líneas energéticas que todo lo traspasan, la mancha original que todo lo fecunda, la Sublime Presencia que irremisiblemente, más tarde o más temprano, se inclinará por reunirnos a todos...