jueves, 17 de marzo de 2016

ESPIRITUALIDAD

Espiritualidad


  Cómo se puede expresar un ansia alegre, un deslizamiento atemporal, una especie de giro copernicano en la existencia.

 Cómo deberíamos llamar al instante en el que uno es bendecido por la buena suerte. Aquel en el que el Universo entero comienza a conspirar para dar un gran salto.

 Un salto mágico de conjunción, de concatenación de fuerzas, de comunión... Una salto urdido por poderosas energías vegetales.

 Una convocatoria de signos favorables se cierne sobre mí en forma de milagro. Me encuentro en delicada transición hacia el gobierno de la espiritualidad pura...




"La vida en el campo genera, por así decir, una especie de chifladura que se acumula y que se desborda con tremenda violencia en sus contadas visitas al centro del mundo..."





miércoles, 28 de octubre de 2015

PENSAMIENTO





Pensamiento

   Ardo en deseos de sublimarme, de disociarme, de redimirme, de transformarme en un acorde musical y desaparecer como el vapor que brota de las flores de la hiedra. Flores con penetrante olor a carne, flores símbolo, flores geométricas.

  He abierto una ventana en mi mente hacia la lejanía, hacia ciertas ideas que invitan a gozar de la loca alegría de lo simultáneo, de lo profundo, de lo misterioso, de lo prohibido.

  En este recién nacido mundo comienzo a usar un lenguaje cada vez más críptico con mi perra. Le cuento, por ejemplo, mi matutina estancia en la pescadería entre sangrantes rodaballos. Le insinúo la turbia y resignada mirada de las langostas, la cerrazón defensiva de los centollos, la calma congelada de las cigalas. Y mientras hablo, provocado por el vino, ella me mira alegremente y se relame.

  Mi perra es un organismo esponjoso y cálido construido para la consecución de un ideal. En sus ojos, al igual que en los míos, anida el centro máximo de la gravedad.

  Concéntricas estructuras globulares capturando cuantos Universos son capaces, devorándolo todo hacia el interior, hacia la magia de la estructura bioquímica, hacia el magma primario, hacia los rayos invisibles del pensamiento...












"La iluminación no es una meta ni un concepto. No es algo que se obtiene. Es una metamorfosis. El gusano tiene que aceptar que desaparece para transformarse. Cuando la mariposa vuela no queda en ella nada del primigenio gusano."
Ejo Takata









domingo, 28 de junio de 2015

SHANGRI-LA


shangri-la

 Misteriosos son mis pasos por el mundo. Asciendo únicamente tocado por la gracia, vibrando, con vegetal fervor.

 Un oscilante instante me reclama. Un delirio, un fogonazo sobrenatural me impone, sin más ceremonias, su celestial verdad.

 En solemne quietud, en ascendente éxtasis, a merced de las volubles corrientes subterráneas, las raíces de un colosal arbusto gorgojean de amor.

 Observo sus delicadas flores, sus blanquecinos cálices, sus estambres cubiertos de polen emitiendo a la atmósfera un hermético aroma.

 Los trinos de un invisible mirlo esparcen sobre mi voluntad una presión formidable. Una presión que me expone a la geometría variable del ojo aéreo, a la hipnótica razón del Padre-Madre.

 Ardiendo por todo ello estoy. Deseando elevarme, sublimarme, evaporarme como un ascua espiritual en el silencio transparente de la tarde.

 Más allá y por encima de mis azarosos pensamientos. Permanentemente a la búsqueda de mi buen Shangri-La









 No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas.

 La tristeza, aunque esté siempre justificada, muchas veces sólo es pereza. Nada necesita menos esfuerzo que estar triste.
 La ira: un ácido que puede hacer más daño al recipiente en la que se almacena que en cualquier cosa sobre la que se vierte.

 Un hombre sin pasiones está tan cerca de la estupidez que sólo le falta abrir la boca para caer en ella.

Lucio Anneo Séneca.

martes, 26 de mayo de 2015

SOÑADOR



SOÑADOR

  Patrullo hipnóticamente durante la hipernoche a bordo de una nave-jardín destartalada.

 Voy dando tumbos como una pulga errante luchando por liberarme de mi esclavitud.

 Soy un psiconauta, un chamán, un peregrino en viaje pastoral por mi mar interior. Un lugar fluido y silencioso donde solamente habitas .

Observándome desde el mismo centro de la Nada. Transmitiéndome telepáticamente la paz. Contagiándome el cálido hormigueo de la aventura.

 Pero ahora es tiempo de cosas gráciles, delicadas y sublimes como el zumbido laborioso de las abejas, el canto prenupcial del gallo, o el fugaz aleteo de las mariposas.

Son inciertas las posibilidades en el subconsciente del Soñador...





























lunes, 20 de abril de 2015

TRISTEZA


TRISTEZA

  Hoy es el día post-spa. El día en que amanezco rebosante de palabras, lunático, exaltado, bien despierto, completamente primaveral.

 El día en que las flores fucsia y los espigados lirios han estallado emitiendo a la atmósfera un mensaje apremiante:

 "No viváis aislados en ciudades. Uníos y buscad un lugar de sanación, un templo-manantial, un tabernáculo desde el que proyectar orgásmicos seísmos hacia el espacio-tiempo."

 Vosotros os empeñáis en invitarme a la asepsia antinatural de vuestras cárceles, a la turbia aspereza de vuestras inmaculadas celdas, a la anónima verticalidad de vuestros hogares-almacén, pero yo, que he descubierto ya mi errática vocación de nigromante, no imagino el existir expatriado del sol, desterrado del viento, cruelmente confinado como un paria.

 Me enviáis un ejército de promotores y notarios para convencerme. Pero al asomarme a los rellanos de vuestras casas, un hedor a lejía, a ambientador y a fármacos me espanta, haciéndome retroceder acobardado.

 Es el olor que desprenden los cadáveres en sus ataúdes. El olor fétido y penetrante de los telediarios. El aroma triste y desganado de las habitaciones de hospital.

 Os veo deambular absortos, electrónicamente absorbidos por vuestros gadgets, entre el ruido del tráfico, respirando petróleo.


 Imposible adivinar quienes sois, en que preciso momento renunciasteis a vuestro destino, que aciaga concatenación de efectos os trasformó en adoradores de escaparates, en lánguidos portadores de bolsas de plástico, en voluntarios transmisores de toda la angustia y la tristeza de este mundo...